El Paris frenado por el Montpellier

Los hechos sobre la lupa:
Liberados de toda presión luego de la obtención de su 8° título de campeón, los parisinos finalmente cayeron en la cancha de La Mosson. Sin embargo, el Paris Saint-Germain parecía tener las claves para el triunfo y podrían incluso haber enterrado toda esperanza local luego de la hora de juego.

El club de la capital había tomado la ventaja luego de un “golazo” firmado por Di María, quien engañó a Lecomte con una ruleta (1-2, 62’). Es casi inédito porque en ese instante del partido, Ángel había sido el primer anotador “real” de este encuentro. No habíamos tenido este escenario tras 10 años en la L1 luego de los primeros 45 minutos: antes del descanso, Oyongo tras un centro peligroso de Bernat (0-1, 13’), y luego Kimpembe luego de un cabezazo de Le Tallec (1-1, 22’), habían impulsado ambos el balón a sus propias redes. Luego Buffon había salvado su marco tras dos atajadas sublimes (30’, 31’).

Una voltereta… luego otra de regreso

Pero vamos al momento decisivo, cuando el Paris Saint-Germain podría haber tomado -definitivamente- la ventaja. E incluso ampliarla. 8 minutos luego de la joya de Di María, los campeones franceses estuvieron liderando las acciones ofensivamente, pero Draxler vio como en la raya Mendes sacaba su disparo de la línea (70’)…
El quiebre se fue y las esperanzas de los locales se reavivaron inmediatamente. En un contragolpe, Delort subió la temperatura en La Mosson al empatar tras vencer a Buffon (2-2, 80’). Cierto, Paredes se emplearía a fondo para una nueva salvada en la línea (85’), pero el alivio fue solo pasajero. En la siguiente jugada, Camara, quien había entrado 3 minutos antes, aprovecharía de un descuido en la defensa parisina para dar la ventaja al MHSC (3-2, 85’).

Mismo marcador, mismo veredicto que en Nantes en el último viaje hace dos semanas. Misma constante también: luego de sumar y sumar de puntos en L1, el Paris Saint-Germain marca el paso. Sumar está lejos de ser problemático, pero es la actitud la que es totalmente anecdótica. El sábado ante las Águilas del Nice, el público del Parc espera mirar otra cara. Bajo el dolor de tomar prestado un camino erróneo.