¡PARIS HEROICO!

Una semana después de un inolvidable partido de ida en Baviera (2-3), el Paris Saint-Germain se enfrentó al Bayern de Múnich en el Parc des Princes en el partido de vuelta, que sellaría el futuro de uno de los dos finalistas en la última final europea. Sin su capitán, Mauricio Pochettino había confeccionado un once casi idéntico al de la ida, con el único cambio de Leandro Paredes en el medio en lugar de Danilo, colocado en la defensa central en sustitución de Marquinhos.

Los primeros minutos anunciaron rápidamente lo que iba a pasar: inspiraciones técnicas, intensidad fuerte en los duelos y feroz combatividad en un contexto de batalla táctica. En el tono adecuado, los parisinos estuvieron a la altura de las circunstancias. Mientras los defensores dejaban sus almas en el campo para cerrar los ataques, los atacantes soltaban a los caballos en el otro extremo del campo. Pero la suerte no estuvo del lado de los parisinos el martes por la noche ...

Neymar Jr, tras una jugada soberbia, definió ante Manuel Neuer pero la pelota dio en el poste (34 '), antes de que este último disparo fuera salvado por el larguero en otra brillante inspiración del brasileño (37'). Pero en esa contra, luego de un nuevo disparo de Neymar Jr al poste (39) y tras una nueva intervención de Keylor Navas, los bávaros lograron encontrar la apertura de Eric Maxim Choupo -Moting ( 0-1, 40e).

Condenados a marcar, los bávaros pasaron a atacar mucho en la segunda mitad. Más conquistadores que nunca, nuestros Rouge et Bleu supieron responder y mostrar sus dientes. En un golpe por golpe, ambos lados siguieron atacando, dejando que la tensión se acumulara. Algunos minutos parecen más largos que otros, y en esta feroz batalla, cada instante parecía una eternidad.

Con una solidaridad ejemplar, muchos sacrificios y una gran inteligencia, los parisinos lo dieron todo para resistir las olas del rival hasta que sonó el silbato. ¡Momento de liberación para toda la gente roja y azul, después de dos luchas que quedarán en nuestros corazones! Después de reescribir la historia ante el FC Barcelona, ​​el Paris Saint-Germain logró la hazaña de eliminar al campeón defensor de su propia cancha. El de los gigantes.