¡París se lleva el triunfo de la casa de Brest!

El Paris Saint-Germain se impuso al final del partido ante el Brest, por la jornada 27 de la Ligue 1, continuando así su vuelo en lo más alto del campeonato (1-2). ¡De vuelta al juego!

Fue con un estado de ánimo teñido de calma y determinación que nuestros parisinos volvieron a sumergirse en sus juegos nacionales, con un viaje a la punta de Finisterre para desafiar al Stade Brestois. Privado de muchos jugadores senior, desde Neymar Jr hasta el capitán Marquinhos, pasando por Presnel Kimpembe, Achraf Hakimi y Nordi Mukiele, Christophe Galtier había creado una alineación inicial sin precedentes. Los titis Warren Zaire-Emery y Timothée Pembélé se lanzaron en el saque inicial, al igual que los virtuosos Kylian Mbappé y Leo Messi al frente del ataque.

Aunque los Paris-Brest suelen ser intensos, el contexto de la jornada era bien diferente, con un partido en Bretaña que no pedía nada fácil para nuestro Rouge et Bleu: un estadio encantador y lleno, en un clima gélido y ventoso. En el campo contrario, como era de esperar, se asumió la estrategia de Eric Roy para su equipo: reagruparse en su campo para cerrar los espacios y picar a la contra.

Pero los parisinos no cayeron en la trampa, y pudimos presenciar algunas remontadas sabrosas, como las de Nuno Mendes ante Mounié (19º) o Sergio Ramos sobre Honorat (25º).

Serios y diligentes, los hombres de Christophe Galtier facilitaron su trabajo al instalarse en el campo bretón desde el comienzo del partido. Unas ganas de hacer daño que muy pronto se materializaron en ocasiones claras, como un remate de Carlos Soler desviado en el larguero con la punta de los guantes de Bizot (11º) o un tiro cruzado de Mbappé, que empezaba a calentar los motores (27°). ¡Y fue en un potente disparo del francés que Carlos Soler, al acecho, hizo hablar a su oportunista para colocar una perfecta recuperación que pegó en el larguero antes de temblar la red! (0-1, 37º). El hecho es que, por el contrario, la revuelta bretona no se hizo esperar. Honorat empató con un rápido ataque antes del descanso (1-1, 43º).

A la vuelta del vestuario, nuestros parisinos sabían que había que rehacerlo todo, de cara a una ilusionada local. Los duelos se hicieron más duros, la tensión subió un escalón y tuvimos que empujarnos para encontrar nuevos espacios. Así, los Rouge et Bleu variaron sus armas: combinaciones rematadas por Kylian Mbappé (60', 73'), remates de media distancia de Leo Messi (64'), desbordes bruscos de Nuno Mendes (69')... Redoblaron su creatividad para forzar la cerradura bretona.

¿Quién más que el infaltable Kylian Mbappé para sentenciar el encuentro? En una nueva asistencia de Leo Messi, el máximo goleador de la historia del club anotó el gol 3000 del club en Primera División (1-2, 90). ¡Un logro precioso, que demuestra una vez más, si es necesario, que Kylian aprecia el final de los partidos eléctricos para emerger!

En carácter, el Paris Saint-Germain arrebata este triunfo ante un valiente equipo del Brest para aumentar su ventaja en lo más alto de la Ligue 1, con una diferencia provisional de 11 puntos sobre el rival y subcampeón del Marsella. Misión cumplida.