¡Un París arrollador se queda con le Classique!

Comptes-rendus

El París Saint-Germain se impuso por 3-0 a su rival, el Olympique de Marsella, este domingo en la 9ª jornada de la Ligue 1.

Un Classique electrizante entre los dos mayores rivales de Francia como inicio de la Ligue 1: todos los hinchas del París Saint-Germain tenían marcada en sus calendarios esta cálida tarde de otoño. Había mucho en juego, por supuesto, con dos de los tres mejores equipos de la temporada enfrentándose en la cima. Y por todo lo demás, sobre todo: la adrenalina, la tensión y el folclore inherentes a este encuentro tan especial. Luis Enrique no se ha equivocado al confeccionar un once híbrido y seductor, basado en un 4-3-3 con un trío atacante Lee-Dembélé-Barcola que combina técnica, velocidad y percusión.

Por supuesto, cabía esperar un ambiente especialmente hostil en el Velódromo... Sin embargo, el objetivo de los parisinos era sobreponerse al ambiente hostil y responder sobre el terreno de juego. Primeros duelos, primeros contactos, primeras entradas, el inicio del partido reflejó la determinación de los Rouge et Bleu. Y solo hicieron falta 7 minutos para que esas buenas intenciones se materializasen. Nuno Mendes inició una buena jugada colectiva por la izquierda, y su compatriota João Neves estuvo atento para rematar a quemarropa tras una gran proyección en el área (0-1, 7º). Fue una manera majestuosa para el máximo asistidor de la liga de desbloquear su cuenta goleadora. ¡Gran comienzo!

Los hombres de Luis Enrique controlaron su juego, y las líneas se estrecharon aún más tras la expulsión de Amine Harit, que dejó a sus compañeros con diez hombres tras un contacto con Marquinhos (20º). Una cosa es la configuración de un partido y otra la importancia de respetar el juego. Aunque el escenario inevitablemente facilitó un poco la tarea de los parisinos, los hombres de Luis Enrique nunca tomaron el camino fácil.

Madurez, serenidad y solidaridad fueron las consignas de este Classique desigual. Estas virtudes permitieron al París ponerse a salvo muy pronto, al desviar Balerdi el balón a su propia portería ante la presión de Lee Kang-in (0-2, 29'). Una ayuda antes del golpe final... Luego, después de otro ataque rápido de João Neves, Ousmane Dembélé superó a Rulli por primera vez antes de asistir a Bradley Barcola para su gol y el tercero de los parisinos (0-3, 40e). Fuera como fuese, los Rouge et Bleus no tenían intención de cambiar su plan: mostrar un gran carácter para robar el balón e imponer su juego.

Con un control colectivo total, los parisinos nunca se desviaron de sus directrices. Alternando largas secuencias de posesión con cambios de ritmo para atacar desde el fondo, las flechas ofensivas enviaron oleada tras oleada hacia la portería de Rulli en una segunda parte inteligentemente gestionada. Desde un remate de Bradley Barcola (47') hasta un disparo de Ousmane Dembélé tras un exquisito pase de Barcola (52'), las ocasiones llovieron en un ambiente enfriado por el guión cinematográfico...

El ataque de los parisinos estaba que ardía. Pero en el otro extremo del campo, la retaguardia estuvo igual de inspirada. La línea defensiva estuvo impecable en este partido, sin dejar nada al azar para sus rivales, con Willian Pacho extremadamente incisivo en sus duelos. Si a eso le añadimos el dinamismo de un centro del campo completamente despejado, fue un París Saint-Germain real, dominador en todas las facetas del juego, el que iluminó este gran partido. El marcador no varió en ningún momento, a pesar de algunos destellos de brillantez hacia el final.
Tras una actuación consumada, el París Saint-Germain ganó el Classique a lo grande. Fue una actuación sobresaliente que permitió al club de la capital consolidar su posición en lo más alto de la liga, posición que recuperó a primera hora de la jornada. El resto del menú promete ser aún más abundante, ya que el Racing Club de Lens recibirá la vuelta en el Parc des Princes el sábado 2 de noviembre... París es mágico.