Škriniar Express

ROCA SOLIDA

El nuevo defensor del París Saint-Germain, Milan Škriniar, llega a la capital francesa con una sólida reputación de zaguero inflexible.

Un jugador completo, fuerte en los duelos, preciso en los pases y dotado de un fuerte carácter. Es un ganador, que se ha impuesto allí donde ha jugado, sin inmutarse. El nativo de Ziar nad Hronom siempre ha tenido estas cualidades en él.

Debutó con 17 años en la primera división eslovaca con el MSK Zilina en 2012. A continuación jugó cedido seis meses en el Zlate Moravce, lo que le permitió ganar tiempo de juego y experiencia. Después, el ascenso fue incesante. En 5 temporadas con el MSK Zilina, se consolidó como uno de los mejores jugadores de la liga, debutó en la Europa League y en la selección nacional, e incluso ganó un título de liga.

A ITALIA PARA SEGUIR CRECIENDO

Con sólo 21 años, Milan Škriniar explotó literalmente con la Samp'. Titular indiscutible en el centro de la defensa, disputó 35 de los 38 partidos de la Serie A e impresionó en casi todos ellos, hasta el punto de ser elegido mejor defensa del campeonato italiano al final de la temporada.

Milán, Roma, Juve... todos los grandes clubes de Italia se fijaron en él, pero finalmente fue el Inter quien se hizo con sus servicios en julio de 2017. Y una vez más, el Milan Škriniar no perdió el tiempo. Nada más llegar a Lombardía, demostró ser un talento indiscutible.

No en vano, desde 2017 es el jugador de campo más utilizado por sus distintos entrenadores. Y hay que decir que el Inter ha cambiado con él. Apoyado en su roca eslovaca, el Inter ha recuperado poco a poco su brillo de antaño, hasta el punto de que pudo destronar a la Juventus en 2021.

La temporada pasada se quedó a las puertas de la final de la Liga de Campeones, que el club lombardo acabó perdiendo, pero no cabe duda de que la roca eslovaca se prepara para despegar de nuevo con los rojiazules.

LO SABÍAS?

Milan Škriniar comenzó su carrera como... delantero. Se le describía como un delantero potente que martilleaba a las defensas rivales. Cuando llegó al Zilina, pasó inicialmente al centro del campo antes de convertirse en la roca defensiva que conocemos hoy.

En el Zilina seguía siendo imparable de cara a puerta, a pesar de jugar más retrasado en el campo, y marcó 12 goles en 82 partidos.